Zapatismo es un término empleado por historiadores para referirse al movimiento armado identificado con las ideas de Emiliano Zapata, caudillo de la Revolución mexicana, plasmadas principalmente en el Plan de Ayala de 1911. Los integrantes del Ejército Libertador del Sur encabezado por Zapata eran conocidos como "zapatistas".
Una de las frases más simbólicas del zapatismo era que la tierra es de quien la trabaja, reflejo de una suerte de privatismo, acuñada originalmente por el propio Zapata mientras trataba de eliminar el caciquismo en México y restituir la posesión de la tierra a las clases campesinas del sur del país. La frase y lo que representa se convirtió en el símbolo del agrarismomexicano. El zapatismo, agrarista y armado, tuvo concordancias en su proyecto con el magonismo, teórico y obrero.
El inicio de la Revolución Mexicana y el Zapatismo
El siglo XX inició con la idea de la revolución, Francisco I. Madero pensaba en que la política sería la solución a los problemas de México. Sin embargo, otros hombres, entre ellos Emiliano Zapata, creían que la solución se encontraría en una distribución justa de la tierra.
Al principio Zapata, Pablo Torres Burgos, Gabriel Tepepa y Ambrosio Figueroa se unieron en el sur al movimiento revolucionario. Poco a poco emergió la figura de Zapata como el líder indiscutible del movimiento y sus acciones fueron claves, en especial la toma de Cuautla, el 19 de mayo de 1911, que fue uno de los golpes mortales al porfiriato.
La división entre Zapata y Madero
Parecía que México entraría rápidamente en la paz y el progreso, sin embargo, los Tratados de Ciudad Juárez, fueron un grave error, que provocó que se instalara en el poder el Neoporfirismo, encabezado por Francisco León de la Barra, quien no escatimó recursos para enfrentar a Zapata con Madero. Envió a Morelos a Victoriano Huerta, quien junto con Juvencio Robles fueron implacables con los pueblos.
El Apóstol de la democracia llegó a la presidencia por el voto mayoritario del pueblo a finales de 1911. Sin embargo, la división con las fuerzas surianas se agravó tanto, que Emiliano decidió desconocer su gobierno y lanzar el plan de Ayala del 25 de noviembre de 1911. Desde entonces Zapata se propuso defender sus ideas hasta vencer o morir. Al principio se reconoció como jefe del movimiento a Pascual Orozco, que había jugado un papel clave en la caída del antiguo régimen. Por la decena trágica, Huerta ascendió la poder, matando a Francisco I Madero. Zapata se mantuvo firme a su proyecto y no aceptó aliarse con el nuevo gobierno.
El clímax del zapatismo
Después se decidió que Zapata siguiera dirigiendo el movimiento sureño, que se enriqueció con las ideas anarquistas de personajes como Antonio Díaz Soto y Gama. Huerta cayó por el avance de los Constitucionalistas y dejó en la presidencia a Francisco S. Carvajal, pero el embate revolucionario era imparable y se firmaron los tratados de Teoloyucan, el 13 de agosto de 1914.
Venustiano Carranza convocó a una convención, que produjo la escisión definitiva entre los revolucionarios. El momento cúspide del zapatismo se dio durante la guerra de facciones. Francisco Villa y Emiliano Zapata, los dos líderes más apreciados por el pueblo aceptaban el pacto de Xochimilco en diciembre de 1914, para enfrentarse a los constitucionalistas de Venustiano Carranza. Sin embargo, una lección no aprendida provocó la derrota de los convencionistas, la falta de unión real en el aspecto militar y el que Villa hubiera enfrentado a Obregón en Celaya, canceló definitivamente la oportunidad de un proyecto alternativo popular. Las ideas zapatovillistas se quedaron plasmadas en el Programa de las Reformas políticas sociales de la revolución promulgado en Jojutla, el 18 de abril de 1916, que servirían de la base a la Constitución de 1917
El fin del zapatismo
Desde 1916 Zapata vio mermada sus fuerzas, su movimiento tuvo que seguir la guerra de guerrillas, hasta que fue traicionado por Jesús Guajardo, quien fingió unirse a su causa. El 10 de abril de 1919 al entrar a la hacienda de Chinameca fue asesinado el general Zapata, el autor intelectual había sido Venustiano Carranza.
Zapata sigue vivo en los corazones de los campesino e indígenas del país, porque quiso rescatar el México profundo, que sigue esperando resurgir como proyecto de nación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario